Duración

45 minutos

Objetivos

  • Ayudar a los grupos e individuos a que se den cuenta de cómo su propia identidad social se alinea —o no— con los sectores más poderosos de la sociedad.

Preparación/materiales

Antes del taller, dibujar una versión en blanco de la “flower power” en una hoja del papelógrafo. También harán falta copias en blanco en hojas de papel pequeñas, suficientes para que todo el mundo tenga una.

Dinamización

Presentar la dinámica. Decirle al grupo que va a reflexionar colectiva e individualmente sobre quién tiene el poder en la sociedad, qué caracteriza a la gente más poderosa de la sociedad, y de qué maneras los individuos coincidimos —o no— con ello.

Presentar la “flower power”: cada “pétalo” simboliza una categoría social. Por ejemplo género, origen étnico, trasfondo educativo, clase económica, idioma, región geográfica, grupo de edad, etc. Facilitar un debate en el grupo sobre cuáles son las características principales de la gente más poderosa socialmente, identificando los rasgos dominantes de cada característica (por ejemplo, ¿existe algún grupo de edad que tienda a tener más poder? ¿De dónde viene su poder?) Cuando el grupo esté de acuerdo en algo, se escribe en uno de los pétalos exteriores. El poder puede derivarse de posiciones económicas, del trasfondo cultural o histórico, o del acceso a los miembros del gobierno, por ejemplo.

Cuando estén llenos los pétalos externos, se reparten las hojas pequeñas. Se pide a todo el mundo que escriba su nombre en el centro, o se hace un dibujo que les represente, y se copian las características de la versión grande. Ahora la gente trabaja individualmente, escribiendo cómo su propia identidad refleja la de la gente más poderosa en la sociedad (por ejemplo, si un pétalo externo se refiere al origen étnico, la gente escribe una palabra que refleje su propio origen étnico en pétalo interno correspondiente).

Dar cinco minutos para que la gente reflexione y complete la flor. Se pregunta si la gente necesita más tiempo, y si todo el mundo está listo, se vuelve a reunir el grupo entero. Es recomendable usar las cosas que la gente ha identificado como punto de partida del debate. ¿Qué características se solapan? ¿Cuáles no? ¿Hay alguien en el grupo que se haya identificado con todas las características dominantes? ¿Se habían dado cuenta de ello antes? Análogamente, ¿hay alguien que no tenga ningún solapamiento? ¿Cómo sostiene o subvierte el grupo las estructuras de poder dominantes? ¿Hay alguna cosa más que pueda hacer el grupo para identificar y empoderar a quienes tienen poco en común con la gente que acumula más poder social?

Si al grupo le cuesta identificar los rasgos de identidad dominantes, se le pregunta si notan algo respecto al número de hombres en posiciones de gobierno en comparación con el número de mujeres, otros grupos oprimidos o históricamente privados de derechos, o qué grupos tiene (o no) presencia en los medios de comunicación.

Esta dinámica obviamente será más compleja si se hace con asistencia internacional. Si es el caso, se agrupa a la gente por países, o de todas formas se trabaja con el grupo completo, pero centrándose en un país determinado (quizás en el que se está celebrando el entrenamiento).

Dinámicas como ésta, que pueden hacer visibles las condiciones estructurales a las que nos enfrentamos, pueden dejar a la gente con un sentimiento de abatimiento. Hacia el final, es recomendable animar a conversar sobre cómo los individuos o el grupo han respondido positivamente a los temas que revelaba la dinámica.