Duración

Mínimo 30 minutos.

Objetivos

  • Entender quiénes son nuestros adversarios y quiénes son nuestros aliados.

  • Entender que hay que planificar las tácticas pensando en cuánto van a atraer o no a los aliados clave, y si van a hacer que la gente se vaya convirtiendo en aliados clave.

  • Inyectar una dosis de optimismo en el trabajo de movilización al tomar conciencia de que no es necesario que consigamos ganarnos a la oposición para nuestra causa.

  • Invitar a la gente a entrar en la fascinante complejidad de la planificación de estrategias.

Dinamización

Explicar que las sociedades (o las ciudades o los estados) se componen de una gran variedad de grupos que pueden disponerse formando una especie de espectro, desde los más cercanos a nuestros postulados, hasta los que se oponen activamente al cambio. Dibujar una línea horizontal para representarlo gráficamente. Los que propugnan el cambio se representan mediante un punto en uno de los extremos de la línea (por ejemplo, a la izquierda), y los adversarios, por un punto en el otro extremo.

Dibujar un semicírculo con sectores. Los sectores más cercanos a cada uno de los extremos son los aliados activos y los adversarios activos, los siguientes son los aliados pasivos y los adversarios pasivos respectivamente. El grupo central son los neutrales.

Usar el conflicto sobre el que está trabajando el grupo, o si se trata de un entrenamiento genérico, pedir un ejemplo de un conflicto en el que el grupo podría trabajar. También se puede usar un ejemplo histórico que conozca todo el mundo. Se formula una reivindicación con la que el grupo esté de acuerdo y se pregunta qué grupos sociales podrían estar más inclinados a dar mucho apoyo a esa reivindicación, qué grupos darían menos apoyo, y qué grupos serían neutrales. Dar ejemplos de grupos: ¿sindicatos? ¿Grupos de gente sin recursos? ¿Comunidad financiera? Mientras la gente participante identifica esos grupos y su posición en el espectro, se van a apuntando en el “pastel”. Es recomendable animar al debate. Pedir concreción en las propuestas.

Identificar por qué hay gente neutral y hablar de si hay maneras de moverla hacia la parte de aliados. Señalar también los casos de gente que se haya movido de un sector a otro, y hablar de por qué (por ejemplo, soldados y ex militares al principio tienden a dar apoyo a las guerras, pero en cuanto la guerra estalla, se forma una oposición).

Dar las buenas noticias: en la mayoría de las campañas por el cambio social, no es necesario ganarse a los adversarios para nuestra causa, incluso en el caso de que estos sean los detentadores del poder. Solamente hace falta mover algunos o todos los sectores del pastel un paso en nuestra dirección. Si cada sector se desplaza un paso, lo más probable es que se gane, aunque la línea dura de los adversarios se haya enrocado en sus posiciones.

A medida el grupo elabore su estrategia y sus tácticas más relevantes, hay que animarlo a identificar a qué sector quiere dirigirse y cómo pueden mover a la gente en su dirección. Al tomar las decisiones sobre cómo llegar a la gente, hacer las siguientes preguntas al grupo:

  • ¿A qué grupos tenemos cierto acceso? ¿Para qué grupos tenemos alguna credibilidad?

  • ¿A qué grupos no estamos llegando?

  • Dado el objetivo de nuestro grupo, ¿a qué grupos sería más adecuado convencer?

Elaborado a partir de la siguiente dinámica: http://www.trainingforchange.org/spectrum_of_allies